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miércoles, 29 de mayo de 2013

MARFANILUSTRE: JOEY RAMONE



Si alguien os preguntara algo acerca del aspecto de Jeffrey Ross Hyman, casi con seguridad que en vuestra mente no se formaría imagen alguna. Si ese alguien os insistiera diciendo: «sí, el tío de The Ramones», en vuestro pensamiento empezarían a sonar los golpes de una guitarra dura, seca y muy punk. Al segundo, se os haría corpóreo su 1,98m de estatura, sus gafas rojas y la melena que siempre le escondía la cara. Y, enseguida, escucharías su voz inconfundible haciéndose cargo de los primeros compases de Doy you remember Rock n’Roll Radio? En efecto, estamos hablando de Joey Ramone.

¿Preparados?

Lets go!

Jeffrey, nacido en Queens, Nueva York, en 1951, fue un fue un gran consumidor de
la música que hacían grupos como The Who, The Stooges o The Velvet Underground. Pero no fue hasta  1974 que cofundó The Ramones. Cada miembro del grupo se rebautizó con nuevo nombre y el apellido Ramone. Acababa de nacer Joey Ramone. En una primera etapa, Joey fue el batería del grupo, pero Tommy Ramone, el batería que le sustituiría, le recomendó  que dejara los platos y el bombo para centrarse en la voz. El acierto no pudo ser mayor. La voz de Joey, enérgica  y llena de contradicciones, grave e infantil, firme y a veces desgañitada, no tardó en convertirse en marca propia del grupo.

The Ramones es la banda que fundó el género punk-rock y fueron capaces de mantenerse en la cima de su liderazgo que compartieron con otros grupos y solistas (como Blondie, Richard Hell o Patti Smith). Su influencia es evidente en cualquiera de las formaciones de punk-rock posteriores. La lista de éxitos de The Ramones es tan larga como el propio Joey. Los temas de álbumes como Ramones, Leave Home, End of the Century o Animal Boy (entre tantísimos otros) son y parte de la banda sonora de algún pasaje de nuestras vidas.  

Joey falleció en 2001 por un linfoma contra el que llevaba luchando desde mediados de los años  ‘90. Su enfermedad poco tiene que ver con el síndrome de Marfan, pero existen indicios claros (sobre todo relativos a su aspecto) que  hacen pensar que lo padeció. Joey no solo era extraordinariamente alto (casi llegaba a los 2 metros de altura), sino que algunas de sus proporciones corporales, como la envergadura que era superior a su altura (se conoce como envergadura a la longitud de los brazos extendidos en cruz), la mandíbula algo retraída o una miopía exagerada, han hecho pensar muy seriamente en la posibilidad de que padeciese el síndrome de Marfan.

Todavía hoy, Joey, que vivió de acuerdo al  mantra Sex & Drugs & (punk-)Rock n’Roll, nos permite disfrutar de su música: en 2012 se pubicó  su segundo álbum póstumo (Ya know?). En 2002, The Ramones fueron incluidos en el Rock & Roll Hall of Fame, así que nosotros, desde ilustratura, no tenemos otra que nombrar a Joey Ramone miembro de pleno derecho en nuestra particular lista de marfanilustres.


3 comentarios:

  1. Con permiso, os dejo una entrada parecida, un saludo.


    http://lasmilvidas.blogspot.com.es/2013/04/la-version-punk-rock-del-viernes-xv.html

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  2. Una entrada muy interesante, Abel. Muchas gracias por la información.

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  3. Interesante entrada. Si bien no existe una confirmación oficial sobre el Sindrome de Marfan en Joey Ramone, también hay otros puntos que precisar, que apoyan esta teoría, como su notable diferencia física, tanto en aspecto como estatura con el resto de su familia y la facilidad con la que solía colapsar con enfermedades pulmonares, su dentadura y baja densidad ósea (hacia el final de su vida, tuvo una caída en la calle que le fracturó la cadera y fue de lento tratamiento). Creo que el legado de Joey Ramone es haber vivido una vida intensa, fructífera y legendaria, pese a todos los escollos que su salud física y mental le ponían por delante.

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